14 abr 2013

La Promesa de la Ruaj HaKodesh - Espiritu Santo - Espíritu de Santidad

La Promesa de la Ruaj HaKodesh (Espíritu Santo - Espíritu de Santidad)

Muchos de nosotros los creyentes decimos que tenemos al Espíritu Santo morando dentro de nosotros. Primero, porque sabemos que esa es una de las promesas que nos dejó nuestro amado Mashiaj y Segundo, por el cambio que ha habido en nuestras vidas que lo atribuimos la obra del Espíritu Santo. Pero, ¿cómo saber si realmente el Espíritu Santo mora con nosotros?

En el Hebreo la palabra para Espíritu es la palabra Ruaj (Strong#7307) y esta palabra Hebrea no sólo ha sido traducida como Espíritu sino como viento. Porque en la mentalidad Hebraica el Espíritu no es solo el viento del hombre, es decir el respirar del hombre sino también de Dios. No es solamente un cambio de aire en los pulmones sino es la fuerza que dirige a la persona en su caminar por la vida: 

Luego oyeron la voz de Yahweh Elohim que se paseaba por el huerto, al aire (le’ruaj) del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de 
יהוה Elohim entre los árboles del huerto
Génesis 3:8

Entonces se acordó Elohim de Noé y de todos los animales y todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Elohim un viento (ruaj) sobre la tierra y disminuyeron las aguas. Génesis 8:1

Para poder entender a más profundidad esta palabra Hebrea debemos estudiarla en contexto de sus derivativos que son:

Araj (Str.#732) caminante: Jueces 19:17; Job 34:8
Yareaj (Str.#3394) luna: Génesis 37:9; Josué 10:13
Rejeh (Str.#7347) Molino: Deuteronomio 24:6; Jeremías 25:10

¿Qué es lo que viento, caminar, luna y molino tienen en común?


Que todos ellos tienen que seguir un camino prescrito. El viento sigue un camino en cada estación; el caminante sigue un camino; la luna también sigue un mismo camino en el cielo; igual que el Molino sigue un camino. Cuando nosotros seguimos nuestro propio "viento" seguimos camino a la destrucción, pero cuando caminamos siguiendo el "viento" de Elohim, seguimos el camino a la vida: 

Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de vosotros el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré que andéis en mis estatutos 
y que guardéis mis preceptos y los pongáis por obra. Ezekiel 36:26-27


Entonces, ¿Cómo saber si realmente el Espíritu Santo mora con nosotros? Si obedecemos y guardamos los Estatutos, Preceptos del Eterno, entonces sabemos que tenemos el Espíritu Santo, porque seguimos los caminos del Eterno y no los nuestros propios, por eso dice el mismo Apóstol Pablo:

Los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz, por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Elohim, porque no se sujetan a la Ley de Elohim, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Elohim. Romanos 8:5-8

Las Escrituras no mienten, ni tampoco se contradicen, ¿Por qué se nos ha enseñado que no hay que guardar La Ley (Torá) del Eterno? 

Simplemente por que no estudiamos las Escrituras a la luz de la mentalidad Hebrea y es por eso que el hombre falla en su interpretación de las Escrituras haciendo su propia teología. 

No se engañen hermanos, 
יהוה nuestro Elohim NO CAMBIA, en estos últimos tiempos nos está dando la oportunidad de regresar a su Palabra que ciertamente el hombre vivirá por ella:

"Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; puesto que olvidaste la ley (Torá) de tu Elohim, también yo me olvidaré de tus hijos." Oseas 4:6


Editado

Tomado de Ministerio Yeshua Shemi