6 feb 2013

Con la misma vara con la que mides serás medido. Job y los asesores de Faraón


La historia de Iov (Job) es bien interesante, pues D's permitió en su vida pruebas muy fuertes. Según el libro de Job, hasatán (el enemigo) acusa a Job delante del Trono del Eterno y pide que se le ponga a prueba, esto nos indica dos cosas interesantes, La primera es que hasatán (satanás) está bajo la autoridad del Eterno -Bendito sea- y la segunda, que Job es acusado de algo y por tal motivo se le pone a prueba. 

El midrash explica la actitud de este hombre justo ante esta imposición. Se dice que tanto Job, Yitró (Jetro) y Bilaam (Balaam) eran asesores de Faraón (de la época de las plagas). Éste, al enterarse por una profecía que su reinado iba caer por manos de un hijo de Yaacov (Jacob), es decir Moshé (Moisés), decidió matar a todos los niños de Israel, pero antes pidió consejo a sus tres asesores.

Yitró dijo que era un error grave pagarle de esta manera a un pueblo que había sido fiel y había ayudado a sobrevivir y desarrollarse a Mitzraim (Egipto). Por lo que tuvo que escapar a Madiam donde finalmente conocería a Moshé (Moisés) para luego ser su suegro.

Bilaam el adivino o profeta malvado aprobó la maldad de Faraón incentivó aún más esta aberración para que lo haga. Luego sería eliminado.

Iov no dijo nada aún sabiendo en su corazón que era una maldad.

De esto se explica que cada uno fue compesado "midá knegued midá" (medida por medida), tal como dijo el Mesías "Con la misma vara con la que mides será medido".

Yitró dejó de ser sacerdote en Madiam y se convirtió en el suegro de Moshé, por lo tanto tiene descendencia en Israel y es considerado como uno de los grandes conversos además de darle su nombre a una Parashá (sección del Pentateuco que es leído cada día de reposo)

Bilaam, dicho sea de paso, era un gran profeta dado a las naciones que estaba a la par de Moisés, algunos sabios dicen que pudo haber sido más grande incluso, pero prefirió las riquezas antes de servir al Eterno; fue eliminado luego en guerra.

Finalmente Yob, al haber callado a la crueldad de Faraón, fue acusado por hasatán (el acusador) por este mal, y al ser un hombre justo fue puesto a esta prueba según está dicho "con la misma vara con la que mides serás medido", y como tal, entendió todo lo que le sucedía y pasó la prueba callado.