EL LAVADO DE MANOS POR LA MAÑANA - NETILAT YADAÍM
Salmo 26, 6-7: “Lavaré en inocencia mis manos y andaré alrededor de tu altar, oh Eterno, para contar tus maravillas”.
Cada hombre al levantarse por la mañana es como una criatura recién nacida en cuanto a la adoración del Creador se refiere, el debe prepararse para el culto lavándose como lo hacían los sacerdotes.
Zohar: uno deberá lavarse las manos al despertarse, pues el espíritu de la impureza reside en las propias manos hasta que sean lavadas. Y consecuentemente se evitará el caminar una distancia de 4 codos (unos 2 mts. aprox.) antes de lavarse.
¿Cómo se hace el lavado de manos?
Tomamos un recipiente con la mano derecha y lo llenamos con agua. Luego pasamos el recipiente a la mano izquierda y vertimos agua sobre la mano derecha. Después tomamos el recipiente con la mano derecha y vertimos agua sobre la mano izquierda, repitiendo este procedimiento tres veces alternadamente. y se procede a recitar la brajá:
"Baruj Atá, יהוה , Elohé-nu, Mélej haolam, Asher kideshánu bemitsvotav vetsivánu al netilat iadáim".
"Bendito eres Tu, יהוה , D'os nuestro, Rey del universo, Quien nos santificó mediante Sus preceptos y nos ordenó sobre el lavado de manos".
También se debe lavar el rostro en honor al Creador. Génesis 9,6: “porque a imagen de D’s es hecho el hombre”
Antes del lavado de manos debe evacuar el vientre.
Se realiza en las siguientes ocasiones:
La levantarnos de dormir.
Salir del baño.
Después de cortarnos las uñas.
después de cortarnos o peinarnos el cabello.
Después de quitarnos los zapatos con las manos desnudas.
Después de tener trato sexual.
Después de tocar insectos.
Después de tocar partes del cuerpo que generalmente se llevan tapadas.
Después de abandonar un cementerio.
Después de acompañar un muerto o abandonar una casa donde yace un muerto.
Después de una sangría.